Saber lo que vamos o queremos estudiar es importante de cara a nuestro futuro y nuestro estado de ánimo.
La adolescencia es una etapa maravillosa de la cual tenemos que exprimir lo mejor. Durante este período tenemos que tomar una de las decisiones más importantes de nuestra vida, pues está relacionada con nuestro futuro. Para ello necesitamos saber nuestras fortalezas y debilidades, y por supuesto tener la compañía de los nuestros.
Saber lo que vamos o queremos estudiar es importante de cara a nuestro futuro y nuestro estado de ánimo. No pasa nada por equivocarse, pero hay que saber cuándo nos estamos equivocando para rectificar y aprender.
Decidir si queremos seguir estudiando o incorporarnos al mundo laboral es una decisión importante y, a veces, necesitamos conocernos un poco más para tomar esta decisión. No te preocupes, ¡no estas solo!
A los 14 años, los adolescentes se encuentran ante la necesidad de tomar una decisión que resultará trascendente durante toda su vida.
Sin embargo, muchos padres se preguntan, y con razón... ¿está preparado un joven de esa edad para tomar esta decisión?
Aunque hay casos y casos, en general la respuesta es no.
Un joven a esa edad no puede siquiera intuir las implicaciones que esa elección tendrá, y factores como los amigos o falsas ideas de lo que representa una u otra opción pueden abocarlos a decisiones erróneas.
En este caso, el consejo de un profesional puede, en base a las aptitudes y actitudes del joven, proporcionar la orientación necesaria para un paso clave, orientación que quizás más que en ningun otro caso bien vale la pena tener en cuenta, pues de la elección correcta dependerá en cierta medida el futuro profesional de nuestros hijos.
Hay distintas posibilidades al terminar la secundaria: puede continuarse el bachillerato, optar por ciclos formativos o adentrarse en el mundo laboral en caso de adolescentes a partir de 16 años.
Dejar la elección a la suerte o la intuición puede llevar a una mala elección. En nuestro centro puedes encontrar orientación adecuada.
Los estudiantes universitarios son, según las estadísticas, los que más ampliamente sufren el fracaso escolar, con porcentajes tan preocupantes como el 50%.
¿Es tu caso o el de tus hijos?
El primer paso para contestar a esa pregunta es conocer las causas que provocan esta situación, y que son dos principalmente:
Por un lado, existe un amplio sector de estudiantes que no saben su "oficio"; estudiar no es algo sencillo, y como en cualquier otro oficio, es necesario disponer de unas técnicas, en este caso de unas técnicas de estudio. Por otra parte muchos, tras empezar una carrera, se cuestionan si realmente es lo que querían hacer. Una orientación previa por parte de un profesional, en base a las aptitudes y actitudes del estudiante supone una ayuda inestimable, que incrementará las posibilidades de éxito. Toma la iniciativa. Ponte en contacto con el centro si deseas asesorarte.